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¿Cómo saber qué tipo de piel tengo?

Descubre qué tipo de piel tienes y cómo cuidarla con tratamientos naturales específicos. ¡Identifica tu piel y dale lo que necesita!

Cómo saber qué tipo de piel tengo

Para brindarle a tu piel el cuidado facial que se merece, es esencial saber qué tipo de piel tienes. Cada piel es única y requiere un tratamiento específico.

Aunque la genética juega un papel fundamental en determinar el tipo de piel, diversos factores internos y externos también pueden influir en ella. 

La manera más rápida de identificar tu tipo de piel es realizar un test, pero también puedes observar sus características para reconocerla fácilmente. 

A continuación, te ayudaremos a identificar tu tipo de piel y a seleccionar el tratamiento facial más adecuado para ti.

A continuación, te mostraremos cuáles son estos rasgos particulares que presenta cada tipo de piel para que puedas reconocer el tuyo y así brindarle los cuidados que necesita de acuerdo a sus necesidades puntuales. 

¿Qué tipo de piel tienes?

Piel normal:

La piel normal se presenta suave, uniforme y sin imperfecciones ni brillo excesivos. Gracias al equilibrio adecuado de sebo e hidratación, este tipo de piel no suele sufrir problemas cutáneos específicos. 

Aunque es fácil de cuidar, no debe descuidarse, ya que los cambios de temperatura pueden provocar su deshidratación y envejecer con el tiempo. 

Por ende, la protección del sol, la hidratación y la limpieza regular son esenciales en la rutina de cuidado facial, incluso si cuentas con una piel normal. 

Piel seca:

La piel seca se caracteriza por tener un aspecto áspero y apagado, y puede presentar también tirantez y picor debido a la falta de lípidos que impide retener la humedad.

Las arrugas y líneas de expresión son más notorias, lo que la convierten en el tipo de piel más propenso al envejecimiento prematuro.

Por esa razón, a este tipo de piel es crucial proporcionarle la hidratación necesaria mediante productos naturales que equilibren y protejan su función barrera. 

Uno de los productos que sin duda puede ser tu aliado es la crema Skin Food. Esta crema 100% natural está formulada con extractos biológicos de plantas medicinales y nutre y repara la piel seca al instante.

Piel mixta:

La piel mixta presenta una combinación de zonas grasas y normales o secas. La zona de la frente, nariz y barbilla (conocida como zona T) suele ser la parte grasa, mientras que las mejillas suelen ser normales o secas. 

La piel mixta suele ser brillante y más propensa a la aparición de manchas, especialmente en las áreas más propensas a acumular grasa. Esta particularidad de la piel mixta hace que su cuidado sea un poco más complicado, ya que se necesita atender las necesidades específicas en cada zona del cutis. 

Si aún tienes dudas de si tu piel es seca o mixta, puedes hacer una prueba: fíjate si al final del día la zona T de tu rostro se ve brillante y grasosa, mientras que el resto de la cara presencia falta de luminosidad y/o tirantez; si es así, entonces lo más probable es que tengas la piel mixta.

Piel grasa:

La piel grasa suele tener un aspecto más brillante, mayor cantidad de sebo, y tiende a ser más propensa a la aparición de imperfecciones como granitos y espinillas.

Factores como las hormonas, la alimentación o el clima son los principales desencadenantes del exceso de sebo en pieles grasas. Pero siguiendo una rutina facial específica para piel grasa con productos naturales conseguirás minimizar el exceso de sebo, el brillo y la rojez, además de reducir imperfecciones y espinillas.

Si no estás segura de aún de qué tipo de piel tienes, puedes ver otros consejos para saber si tu piel es mixta o grasa.

Piel sensible:

La piel sensible es un tipo de piel especialmente reactiva a factores externos como los vientos fuertes, el aire seco generado por la calefacción, el estrés y la exposición a los rayos UV. 

Cuando esta piel presenta un desequilibrio, experimenta sensaciones de tensión, sequedad y picor, manifestándose a menudo con rojeces. La sensibilidad cutánea también puede derivar en problemas como sequedad extrema, la aparición de puntos negros, granitos o manchas. 

Por ello, un cuidado específico para piel sensible con productos naturales sus barreras y la calmará, ya que así se puede hacer más resistente frente a los desafíos externos. Un ingrediente natural para hidratar la piel sensible es la almendra, ya que es un aceite rico en ácidos grasos insaturados y vitamina E, que regenera la piel desde el interior.

Piel madura:

La piel madura experimenta cambios significativos debido al envejecimiento, manifestándose en una disminución en la regeneración celular y la producción de sebo natural, lo que hace que la piel pierda firmeza, se vuelva más seca, propensa a arrugas y tenga una menor capacidad para retener la humedad.

Sin embargo, además del paso del tiempo, en este proceso influyen factores como la genética, las hormonas y la exposición a factores externos.

Por ello, a la hora de establecer una rutina de cuidado facial para una piel madura, también es esencial considerar la condición y el tipo de piel base. Por ejemplo, en casos de piel deshidratada o seca, es importante que la fórmula incluya la hidratación necesaria para mantener la dermis en funcionamiento óptimo. 

Bríndale el cuidado que tu tipo de piel se merece

Ahora que conoces los secretos detrás de tu tipo de piel, es importante saber el tratamiento facial natural que tu piel necesita. 

Porque además de conocer qué tipo de piel tienes, es importante darle su tratamiento personalizado. En Weleda todos nuestros cosméticos son 100% naturales y están formulados para atender las necesidades específicas de cada tipo de piel. ¡Mima tu piel con cremas naturales y verás los resultados!