El orden en el que usas tus productos de limpieza es crucial para obtener los mejores resultados. Si se aplican incorrectamente, tu cuidado de la piel puede no ofrecer todos sus beneficios. Para una piel sana y radiante, limpia tanto por la mañana como por la noche.
1. Limpieza
ara eliminar eficazmente el sebo, la suciedad y el maquillaje, elige un limpiador adaptado a tu tipo de piel, ya sea un gel, aceite, bálsamo o loción. El Gel Limpiador Purificante de Weleda proporciona una limpieza profunda desde el primer paso, con sus extractos antibacterianos de corteza de sauce y hamamelis que promueven una tez visiblemente más clara. Para pieles sensibles o secas, los aceites o lociones limpiadoras limpian suavemente mientras ayudan a mantener la piel, eliminando eficazmente incluso el maquillaje resistente al agua o de larga duración. ¿Has probado el ritual de doble limpieza calmante de Weleda? Mima y limpia profundamente tu piel en una simple rutina.
2. Exfoliación
Exfoliar regularmente ayuda a prevenir imperfecciones al eliminar las células muertas de la piel, especialmente para pieles grasas o mixtas. Sin embargo, la exfoliación excesiva puede resecar tu piel, por lo que limita este paso a una o dos veces por semana para obtener los mejores resultados.
3. Tonificación
Después de la limpieza, un tónico refresca y equilibra el pH de tu piel, preparándola para los siguientes pasos en tu rutina de belleza. El Limpiador y Tónico en un Solo Paso de Weleda te ofrece la conveniencia de limpiar y tonificar en un solo paso, dejando tu piel revitalizada. Para todo tipo de piel, el Tónico Refinador de Weleda combina extracto de hamamelis, extracto de hoja de rosa silvestre y otros botánicos astringentes para refinar los poros y vigorizar tu piel. Una rutina de limpieza constante asegura que tu piel esté preparada para absorber todos los beneficios de tus productos de cuidado de la piel posteriores.