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Vas a tener un hijo ¡Enhorabuena!

Semana 4 de embarazo – Un fuerte vínculo

Es un milagro, quizá el mayor milagro que se produce en la tierra: en sólo diez meses crecerá una pequeña criatura dentro de tu cuerpo y vendrá al mundo como una delicada personita. Pero hasta que eso ocurra pasarán muchas cosas en tu tripa. ¡Es emocionante! Vas a vivir un proceso apasionante.

Un desarrollo vertiginoso

Semanas de la 1 a la 4:

En los primeros momentos ya se sientan las bases para el desarrollo de la criatura: cuando se fusionan el óvulo y el espermatozoide al producirse la fecundación se decide el sexo del bebé, su color de pelo, de ojos y si tendrá una naricilla respingona o unos dedos finos. El óvulo fecundado viaja por las trompas de Falopio hasta el útero donde anida aproximadamente el séptimo día tras la fecundación. La división celular se produce a una velocidad vertiginosa.

 

Asuntos del corazón

Semanas de la 5 a la 8 :

¡Bu-bum, bu-bum! El corazón de tu hijo ya late. No tienes la regla y un test de embarazo puede confirmar que un bebé crece en tu interior. A partir de la sexta semana se forman los órganos como el hígado o los riñones y se configuran los dedos y los rasgos faciales. El pequeño mide ahora entre 9 y 15 milímetros.

 

Una avalancha de sensaciones

Semanas de la 9 a la 12:

Tu hijo ha superado la primera fase de desarrollo y pronto dejará de ser un embrión y pasará a ser un feto. Los órganos internos se desarrollan por completo, el cerebro queda cubierto por los huesos del cráneo y no para de crecer. Se inicia la formación de los órganos sexuales externos y el pequeño ya puede percibir las primeras sensaciones e impresiones sensoriales. Tu bebé ya tiene todos los elementos corporales necesarios para la vida e incluso le salen sus primeros pelitos.

 

“¡Impresionante, prodigioso, único! En las primeras 16 semanas se sientan las bases para toda la vida de tu hijo: órganos, músculos, nervios, piel… todo se desarrolla en ese período”.

Percibir y sentir

Semanas de la 13 a la 16:

Tu bebé empieza a percibir los primeros sonidos y se forman sus cuerdas vocales. Lo primero que oirá será el latido de tu corazón y los ruidos que producen tu estómago y tus intestinos y se acostumbrará a tu voz. Los contornos de su rostro se definen cada vez más. Y da comienzo el período activo: aunque puede que todavía no lo percibas con claridad se producen los primeros movimientos espontáneos de cabeza, brazos y piernas.

 

Todo estará en movimiento

Semanas de la 17 a la 24:

Tu tripa es cada vez más grande y ya notas los primeros movimientos de tu hijo, cada vez son más frecuentes los codazos y las pataditas. El bebé todavía no tiene un ritmo noche/día. Tus pasos acunan su sueño durante el día y por la noche, cuando estás más relajada, tiene más espacio y se mueve más. Al final del sexto mes puede medir ya 31 centímetros y pesar hasta 700 gramos.

 

Preparado para la vida

Descubrir el mundo

Semanas de la 25 a la 32:

En esta fase de desarrollo el bebé abre por primera vez los ojos y puede distinguir luces y sombras y reconocer ciertas formas. También cierra los ojos para dormir y los abre cuando está despierto. Está desarrollando su propio sistema inmunitario y quizá tiene hipo porque está entrenando su respiración.

 

Últimos preparativos:

Semanas de la 33 a la 40:  

Tu hijo se prepara para el parto de forma lenta pero segura: se encaja en la pelvis y busca una buena posición para nacer. Hacia la semana 35 ya se han desarrollado los pulmones y en la semana 38 en teoría ya está listo para venir al mundo, pero cada bebé es único. Mide aproximadamente entre 48 y 54 cm y puede pesar desde unos tiernos 2,5 kg hasta unos orondos 4,5 kg. Alégrate, pronto podrás abrazar a tu bebé.