Preparación

Te esperan 40 semanas fascinantes. Un tiempo único y muy especial, estás envuelta en la magia del embarazo. Feliz sosiego, excitación, dicha... sientes muchas emociones de forma nueva e intensa. No es de extrañar, llevas un gran amor bajo tu corazón: tu hijo. El embarazo siempre se desarrolla de forma enteramente individual. No obstante, se puede dividir en tres trimestres en los que la mayoría de las mujeres viven cosas parecidas.

A partir del mismo día de la fecundación tu cuerpo se concentra en sus nuevas tareas: las primeras semanas y meses suelen estar marcados por la ambivalencia y la adaptación. Vivirás un período de reorganización en el que tu organismo, que es un sistema muy complejo se reajusta para permitir el máximo rendimiento físico. En realidad, sigues teniendo el mismo aspecto de siempre, tu tripa todavía no se ha redondeado y por lo demás la vida puede seguir su curso con toda normalidad. Pero tú notas de forma muy clara que tu organismo se encuentra en una situación excepcional: probablemente tu pecho esté más sensible o más tenso, te sientes cansada y por las mañanas te cuesta el doble ponerte en marcha. Tu corazón late más deprisa, a veces tu respiración está un poco agitada y es posible que sientas una montaña rusa de emociones. Muchas mujeres no están seguras de hacer todo como es debido o de estar realmente preparadas para esta nueva tarea. Esos pensamientos son importantes para los padres y constituyen la primera fase de vinculación con su hijo. Puede ser que te vuelvas muy sensible a los olores, que desarrolles aversión hacia algunos alimentos o que te den ataques de hambre. A esto hay que añadir además las famosas náuseas que importunan a muchas embarazadas durante el primer tercio de la gestación. ¡Ten un poco de paciencia! Esos síntomas de reajuste pasarán pronto. Este proceso de adaptación dura entre 12 y 19 semanas y después comienza la fase del bienestar.

Las náuseas de las primeras semanas van remitiendo, la tripa crece, pero todavía no es muy grande. Hace semanas que sabes que llevas una nueva vida dentro de ti, pero ahora también lo notas. Al principio es como un delicado aleteo de mariposa que poco a poco se va haciendo más intenso. A tu hijo le gusta hacerse notar por la noche cuando tu cuerpo se relaja, entonces tiene más espacio. Es bueno saber que si el bebé se mueve eso significa que se siente bien. Cada uno de los sentimientos y sensaciones que experimentas desencadena un intercambio de sustancias en tu organismo. Unas veces son hormonas de la felicidad y otras son hormonas del estrés. El bebé entra en contacto con esas sustancias en el entorno protegido que le brinda el cuerpo materno y más adelante, cuando funcione como una personita en el mundo, contará con la experiencia previa de todo un abanico de emociones y sensaciones. Tu hijo crece y se desarrolla, tu tripa se redondea, la cintura desaparece y el mayor volumen de sangre hace que muchas mujeres suden con más facilidad. Por lo demás, tu bebé cada vez está más presente en tu vida. ¿Qué cunita queda bien en la habitación? ¿Compramos un cochecito, un fular portabebés o ambas cosas? ¿Cómo queremos que llegue al mundo? ¿En un hospital o en casa? Prepara el nido a tu gusto y confía en tu intuición: cada niño, cada persona es diferente. Afortunadamente.

¡Ya quedan pocas semanas para el parto! Sólo el 4%de los bebés nacen en la fecha prevista. Unos vienen antes al mundo y otros necesitan algo más de tiempo hasta estar listos para vivir fuera de la tripa de mamá. Es bueno tomarse las cosas con algo más de calma durante las últimas semanas de embarazo, debes relajarte siempre que tengas ocasión. Seguro que cada vez sientes más deseos de abrazar por fin a tu hijo. Puede que eso también se deba a que el embarazo cada vez resulta más fatigoso. Es posible que por la noche te cueste encontrar una postura cómoda para dormir y por el día te molesta la espalda o sientes las piernas cansadas. Probablemente el bebé presiona la vejiga y tienes que levantarte más a menudo de la cama para ir al baño. Aunque sientas una impaciencia enorme, disfruta conscientemente del tiempo que aún queda. El bebé llegará enseguida.