Antojos en el embarazo

Durante el embarazo no sólo cambia tu cuerpo sino también tus antojos. Habrá cosas que te apetezca comer más ahora y habrá determinados olores, comidas o estímulos que ya no te gusten nada.

Mmmm… por fin puedo comer a placer pues dicen que ahora hay que alimentarse “por dos”. Resulta tentador repetir el plato o tomar un trozo más de pastel, pero eso no es necesario para nutrir a tu bebé. En principio sólo necesitas unas 250 calorías más al día que equivalen aproximadamente a una rebanada de pan. Por muy exquisitos que resulten los postres y los dulces, si los tomas sin medida puedes aumentar excesivamente de peso.

Se considera normal ganar entre 12 y 18 kilos durante el embarazo. El peso inicial, las posibilidades de practicar ejercicio y la conducta alimentaria de cada mujer son diferentes y eso hace que el peso también evolucione de distinta manera. Lo importante es que comas regularmente y de forma equilibrada y que no te pongas a dieta. Siempre se ha debatido acerca de cómo influyen las carencias y las insuficiencias alimentarias de las gestantes sobre el retraso en el desarrollo del bebé. Lo mejor es que escuches a tu cuerpo y que distingas cuándo sientes realmente hambre y cuándo apetito.

Quizá ya te haya ocurrido que de repente sientes un antojo irresistible de comer algo que hacía años que no comías. A las vegetarianas se les antoja comer carne y a las veganas comer queso. Fíjate bien, ¿es sólo un antojo momentáneo o te ocurre todos los días? Analiza qué vitaminas y micronutrientes contienen esos alimentos. Es posible que a tu organismo le falten esas sustancias, en ese caso satisface tus deseos, lo más probable es que el antojo desaparezca al cabo de unos días.