La salud de los niños: los primeros doce meses

Una vez que nacen, los bebés necesitan tiempo para adaptarse a su entorno con todos sus sentidos, haciendo frente a una miríada de nuevas impresiones. Es por eso que necesitan dormir mucho durante sus primeros meses de vida, entre 14 y 17 horas por día; su nuevo mundo es muy diferente al que vivieron antes del nacimiento.

En lugar de calmar la seguridad, la acogedora cercanía y la calidez en el útero de su madre, los bebés ahora se encuentran con grandes extensiones, aprenden los sentimientos del frío y el hambre, perciben los olores y oyen todos los ruidos sin filtrar. Los padres también deben adaptarse a esta nueva situación y familiarizarse con su bebé. Esto requiere paciencia, no solo con su hijo, sino también con usted mismo. Una partera, una consultora de lactancia, doula o buenos amigos que tengan hijos pueden ser fuentes de apoyo y pueden ayudar a aumentar su confianza.

Es bastante normal que los bebés experimenten viento atrapado ocasionalmente, acompañados de un abdomen duro y llanto; estos son algunos de los desafíos de adaptarse a su nuevo entorno.

La "verdadera" flatulencia, sin embargo, es mucho más rara. En este caso, el vientre se endurece y se distiende, los intestinos no hacen ningún ruido y el gas no pasa fácilmente. Con frecuencia, las heces también huelen peor de lo normal. La causa de la hinchazón a menudo se debe a la falta de bacterias "buenas" (también llamadas flora intestinal o microbiomas) en los intestinos. Una vez que se ha establecido un equilibrio, esto también se respalda mediante la lactancia materna, los vientos retroceden o desaparecen por completo. Básicamente, es importante amamantar a su hijo cuando lo desee. Esto puede ser cada 30 minutos o después de cinco horas. En última instancia, la lactancia materna es más que simplemente satisfacer el hambre. Proporciona intimidad, seguridad y satisface las necesidades básicas de un bebé.

Los masajes del vientre pueden ayudar a calmar a los bebés inquietos que experimentan dificultades de adaptación o flatulencia. Los masajes deben realizarse en un ambiente silencioso, y lo mejor es usar aceites tradicionalmente probados como buenos para el dolor de estómago. Pero tenga cuidado al darle té a su pequeño. Cada sorbo es un paso hacia el destete. El cuerpo de una madre podría recibir una señal equivocada sobre la cantidad de leche que el bebé realmente necesita. Beber té también podría llevar a la "confusión del pezón" en la cual el bebé tiene dificultad para prenderse y chuparse una vez que se reanude la lactancia. En este caso, los padres deben consultar a una partera, un especialista en lactancia o un pediatra con conocimientos sobre lactancia materna.

Cuando los niños contraen su primera fiebre y muestran signos de irritabilidad a los seis meses de edad, la razón pronto surgirá: ¡con la llegada de su primer diente! Debe recorrer un largo camino a través de la mandíbula, y puede tomar muchas semanas, meses o incluso un año antes de finalmente llegar. Durante este tiempo, el organismo está muy concentrado en los cambios que ocurren dentro de la mandíbula. Esto lleva a los niños a ser más propensos a los resfriados, la tos y la fiebre. A veces, el otro extremo del sistema digestivo también reacciona al cambio, en forma de dermatitis del pañal.

El dolor de la dentición no es una enfermedad, pero obtener los dientes marca el siguiente paso importante en la separación de un niño de ella o su madre. En esta etapa, la leche de la madre debe complementarse con alimentos sólidos como porotos y primeros frutos que el niño pueda macerar con sus primeros dientes. No es casual que el dolor de la dentición a menudo ocurra cuando los niños están en el proceso de probar su propio rango físico de movimiento. Los primeros dientes generalmente salen cuando un bebé comienza a gatear. Para cuando aprenden a caminar alrededor de los 15 meses de edad, los niños pequeños tienen ocho dientes en promedio. La primera fase de la autonomía generalmente comienza una vez que todos los dientes de leche han llegado, alrededor de los dos años de edad.

Sorprendentemente, la delicada piel del trasero de un bebé puede resistir mucho y no se irrita fácilmente por el contacto a corto plazo con la orina y las heces. Sin embargo, si se produce una erupción inflamatoria, con enrojecimiento, llagas o incluso sangrado, la parte inferior debe exponerse al aire fresco tanto como sea posible, permitiendo que el área afectada se cure. Una crema para pañales también ayuda a la piel a regenerarse y previene la picazón. Cambiar el tipo de pañal usado también puede ayudar.

Estas recomendaciones también se aplican a otras causas de la dermatitis del pañal en los bebés, como una infección gastrointestinal que cambia desfavorablemente la flora intestinal, la dentición o la digestión de las primeras frutas ácidas.